
El pesto es una de esas cosas que me gusta tener siempre en mi refrigerador. Su origen es italiano y lo encontramos en muchísimos platillos de dicha cocina, pero yo pienso que es mucho más versátil que eso.
Lo importante de hacerlo en casa es que siempre tiene un sabor fresco y sabemos exactamente qué hay en él, qué calidad de ingredientes contiene y es mucho mejor para nosotros. Los que encontramos en el súper contienen muchísimos conservadores, ingredientes misteriosos y aceites vegetales hidrogenados de mala calidad. Te invito a que utilices los ingredientes más frescos y en los que confíes más.
En casa tenemos una planta de albahaca que crece todo el año y es de ahí de donde tomamos para siempre tener el mejor pesto.
Ingredientes:
2 tazas de albahaca fresca
1/2 taza de piñones , a mí me gusta tostarlos primero porque se intensifica su sabor
1/2 taza de aceite de olivo
3 dientes ajo
1/2 taza de queso parmesano rallado
Sal y pimienta al gusto
Yo le pongo una cucharadita de vinagre balsámico (opcional)
Preparación
Se ponen todos los ingredientes en la licuadora excepto el queso.
Ya que estén incorporados agrega el queso poco a poco
Cuando no tengo suficientes piñones le mezclo nueces o pistaches como alternativa.
¡Listo!